El relieve
El relieve está formado por todo
aquello que sobresale de una superficie plana o que la modifica. El concepto
suele emplearse para denominar a las elevaciones y las depresiones que se
encuentran en nuestro planeta.
En este sentido, el relieve
terrestre incluye tanto a las formas que se advierten a nivel superficial como
a aquellas que suponen accidentes en el lecho marino. Las planicies, los
valles, los montes, las sierras, los cerros, las montañas y los cañones son
parte del relieve.
Existen diversos procesos que
determinan el relieve de una región. La mayoría son procesos geológicos, ya sea
internos o externos, como los sismos, la actividad de los volcanes y la erosión
provocada por el agua y el viento. También la acción del ser humano puede
generar cambios en el relieve: eso es lo que ocurre, por ejemplo, cuando el
hombre utiliza explosivos para modificar la fisonomía de una montaña y abrir un
camino o para aprovechar sus recursos naturales a través de la minería.